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TRASPLANTE HEPÁTICO
TRASPLANTE HEPÁTICO
TRASPLANTE HEPÁTICO
La cirrosis hepática es una condición irreversible que lleva a pérdida de la función hepática y aparición de complicaciones propias de una hepatopatía.
Una vez que ocurre alguna complicación, como ascitis, sangrado por várices esofágicas o encefalopatía hepática, independientemente de la causa de la enfermedad hepática, se incrementa la tasa de mortalidad sin un trasplante hepático, hasta el 85% a los cinco años, por lo que el trasplante representa la única opción terapéutica definitiva para la enfermedad en esa situación.
Por tanto, el trasplante hepático representa hoy en día el tratamiento de elección para los pacientes con enfermedad hepática terminal, para quienes no se dispone de otra opción efectiva de tratamiento.
La expectativa de vida después del trasplante se ha incrementado de manera considerable durante la última década y los pacientes realizan una vida normal.
Todo paciente con una enfermedad hepática aguda irreversible o crónica, puede ser candidato a trasplante hepático de acuerdo a las siguientes causas:
Enfermedad Hepática Crónica
Enfermedades Colestásicas
• Colangitis biliar primaria
• Colangitis esclerosante primaria
• Cirrosis biliar secundaria
Enfermedades hepatocelulares
• Cirrosis post hepatitis virales
• Cirrosis tóxica
• Cirrosis alcohólica
• Cirrosis autoinmune
• Cirrosis por enfermedades metabólicas (Enf. de Wilson, Esteatohepatitis, Hemocromatosis, Déficit alfa1 anti-tripsina)
• Cirrosis criptogénica
Enfermedades vasculares
• Síndrome de Budd-Chiari
• Enfermedad Veno-oclusiva
Tumores hepáticos
• Hepatocarcinoma
• Hepatocarcinoma fibrolamelar
• Hemangioendotelioma
• Secundarismo hepático de tumores neuroendócrinos
Misceláneas
• Glucogenosis
• Porfiria eritropoyética
• Enfermedad por almacenamiento lípidos
• Hipercolesterolemia familiar
• Polineuropatía amiloidótica familiar
• Alteraciones hereditarias de coagulación
• Enf. fibroquística congénita del hígado
• Poliquistosis hepática severa
• Enfermedad de Caroli
• Fibrosis hepática congénita
• Colestasis intrahepática familiar progresiva
• Hemangioma gigante
• Hiperoxaluria primaria
Enfermedad Hepática Aguda: Hepatitis Fulminante o Subfulminante
• Causa Indeterminada
• Hepatitis viral: VHA, VHB, VHC, VHE
• Hepatotoxicidad
• Hepatitis Autoinmune
• Enfermedad de Wilson
Preguntas Frecuentes
El trasplante hepático es un proceso médico-quirúrgico mediante el cuál un paciente con una enfermedad hepática crónica avanzada o aguda irreversible, es evaluado e incluido en lista de espera para sustituir su hígado enfermo por un hígado sano, parcial o totalmente, procedente de un donante cadavérico o un donante vivo.
Desde su introducción en 1967 por el Dr. Thomas Starzl, y su posterior consolidación, el trasplante hepático ha dejado de ser un tratamiento experimental, alcanzando actualmente una sobrevida a los 5 años mayor al 85%. El refinamiento en las técnicas quirúrgicas, el desarrollo de la inmunosupresión y el manejo optimizado y multidisciplinario de las complicaciones pre y post-trasplante han hecho posible esta mejoría.
En todos los pacientes se debe tener en cuenta en forma integral la edad, calidad de vida, la existencia de otras enfermedades y el pronóstico, de tal manera que se logre una expectativa de vida razonable, posibilidades ciertas de rehabilitación y un adecuado balance entre calidad de vida esperada y riesgos inherentes al procedimiento.
En la actualidad, y de manera universal, la asignación de órganos se lleva a cabo basándose en la gravedad de la enfermedad, de tal manera que quien obtenga el trasplante es el candidato con mayor probabilidad de morir a corto plazo en lista de espera.
Una de las principales metas en el TH, es en primer lugar realizar una adecuada selección de los candidatos, definiendo las indicaciones y contraindicaciones de forma precisa, y en segundo lugar fijar el tiempo o momento más adecuado para el trasplante dentro de la evolución natural de la enfermedad.
Un punto importante en la metodología de selección del paciente para el trasplante hepático, fue el desarrollo del modelo MELD (del acrónimo inglés MELD, “Model for End-stage Liver Disease”) para enfermedad hepática avanzada. Este score ha demostrado predecir con bastante exactitud la mortalidad de un paciente en lista de espera para trasplante hepático y en general para predecir mortalidad a un año en cualquier paciente con hepatopatía avanzada. Desde su implementación este score ha logrado reducir el tiempo y la mortalidad del paciente en lista de espera. También es un instrumento muy útil para decidir que paciente se debe trasplantar y cual no. Por lo tanto, este puntaje ayuda a identificar adecuadamente aquellos pacientes que se benefician del trasplante hepático, si bien hay excepciones que se deben contemplar como el caso de los pacientes con hepatocarcinoma, o aquellos pacientes con MELD menor a 15 puntos pero con manifestaciones severas de su enfermedad hepática.
En síntesis, podemos resumir qué en un paciente con cirrosis, el hecho de haber desarrollado alguna complicación grave de su enfermedad, indican que dicho paciente debe ser contactado con un centro de trasplante para realizar una evaluación pre-trasplante hepático.
Una vez detectado el posible candidato a trasplante hepático, el equipo técnico del Programa, le explicará al paciente en que consiste el trasplante hepático, las dificultades, los riesgos y los beneficios posibles, así como el cumplimiento y adherencia que conlleva el procedimiento, pues deberá recibir medicación que no puede omitir ni suspender, además de cumplir con un seguimiento médico periódico, de por vida. La evaluación pre trasplante hepático consiste en la evaluación clínica inicial y la realización de los estudios necesarios para determinar si un paciente se encuentra apto para el ingreso a lista de espera. Se realiza con el paciente internado por el equipo multidisciplinario de trasplante hepático.
Existen situaciones clínicas, enfermedades asociadas o problemas sico-sociales que hacen que el paciente no sea candidato a un trasplante hepático, tales como:
• Infección activa.
• Enfermedad Oncológica activa. Se considera por lo general 5 años libre de enfermedad oncológica para indicar el trasplante hepático.
• Enfermedades Psiquiátricas con alteraciones del curso del pensamiento.
• Alcoholismo activo (se recomienda abstinencia documentada mayor a 6 meses).
• Adicción activa a drogas ilícitas (se recomienda abstinencia documentada mayor a 6 meses).
• Trastornos de personalidad severos, con falta de adherencia a las indicaciones médicas
• No aceptación del trasplante
• Ausencia de contención familiar y social que haga prever fallas en el seguimiento y falta de adherencia al tratamiento.
• Tabaquismo activo
En todos los pacientes se tomará en cuenta en forma integral la edad, calidad de vida, la existencia de comorbilidades y el pronóstico, de tal manera que se logre una expectativa de vida razonable, posibilidades ciertas de rehabilitación y un adecuado balance entre calidad de vida esperada y riesgos inherentes al procedimiento.
El trasplante hepático representa el tratamiento curativo de las enfermedades hepáticas agudas o crónicas irreversibles. Los enfermos hepáticos terminales, incluso en edades avanzadas, cuya única alternativa es el trasplante y lo aceptan como tratamiento de su enfermedad, alcanzaran una excelente sobrevida y recuperaran su calidad de vida previa a la enfermedad.
Profesionales
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